
El hipertiroidismo es una alteración de la tiroides que suele ser más frecuente en felinos adultos. Si han diagnosticado a tu gato hipertiroidismo o crees que puede padecerlo, te damos todas las claves de esta enfermedad en el post.
Índice de contenidos:
1. Las causas del hipertiroidismo felino
La razón por la que aumenta la producción de hormonas tiroideas suele deberse a una alteración tumoral benigna de la glándula. En estos casos, los animales suelen reaccionar de forma correcta al tratamiento, y más aún cuando el diagnóstico se ha realizado de forma temprana.
También existe la posibilidad de que el tumor sea maligno, situación que solo suele producirse entre el 1% y el 3% de los casos. El tratamiento en estos casos es más complicado y no suele dar resultados tan positivos.


2. ¿Cómo identificar los síntomas del hipotiroidismo en gatos?
El hipertiroidismo suele afectar a gatos de edad media o avanzada, siendo poco frecuente encontrar el problema en animales de menos de siete años. No existe una especial predisposición sexual, ni de raza, aunque es curioso que existen evidencias de que los gatos siameses son los ejemplares menos afectados por este problema.
Es importante destacar que los gatos con hipertiroidismo queman la energía de forma rápida (debido a la acción de las hormonas tiroideas), lo que conduce a una pérdida de peso, aunque el apetito del gato, y la ingestión de alimentos, aumenta de forma considerable.
Entre los signos más habituales en el hipertiroidismo felino encontramos:
- Pérdida de peso generalmente acompañada por aumento del apetito y el aumento de la ingesta de agua.
- Aumento de la actividad de forma excesiva y la irritabilidad.
- Alteración cardíaca (taquicardia) que puede conducir a alteración del ventrículo izquierdo (hipertrofia) y a fallo cardíaco.
- Hipertensión que puede acabar afectando a los ojos, riñones, cerebro, corazón…
- Presencia de diarrea de leve a moderada con o sin vómitos.
- Intolerancia al calor, jadeo frecuente…

3. El diagnóstico del veterinario
Aparte de la visualización de los síntomas, el veterinario puede llegar a palpar el aumento del tamaño de las estructuras glandulares de forma directa y realizar diversas pruebas:
- Analítica sanguínea para determinar los niveles de hormonas tiroideas y el funcionamiento de los órganos del gato.
- Ecografía para visualizar directamente el estado glandular.
- Gammagrafía: técnica que permite no solo confirmar la patología, sino también localizar el tejido glandular afectado.
4. Estos son los tratamientos para el hipotiroidismo recomendados
Para abordar el tratamiento del hipertiroidismo felino (principalmente en los casos de tumoraciones benignas) debemos tener presentes las siguientes posibilidades:
- Tratamiento médico: el tratamiento farmacológico se centra en los antitiroideos que actúan reduciendo la producción y liberación de hormona tiroidea, controlando de esta forma la enfermedad. Los efectos de este tratamiento suelen ser apreciables entre las dos y tres semanas del comienzo del tratamiento. El tratamiento suele ser para toda la vida y son necesarios controles analíticos para comprobar la efectividad y detectar la aparición de posibles efectos secundarios.
- Tratamiento quirúrgico: la extracción del tejido tiroideo afectado para conseguir la curación definitiva. Es importante tener en cuenta que antes de la acción quirúrgica es necesario el tratamiento médico previo.
- Tratamiento con Yodo radioactivo: el yodo radioactivo proporciona un tratamiento curativo, en la mayoría de los casos, que no requiere un posterior tratamiento de mantenimiento. Este tratamiento también suele seguirse en los casos de hipertiroidismo causado por un tumor maligno, que podría variar con la radioterapia.
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